Nuevos involucramientos en tiempos inciertos: rutinas y destrezas del pensamiento

Veamos esta breve anécdota.

Mientras reflexionaban sobre los cambios, un profesor de filosofía contaba a sus alumnos su experiencia personal acerca de la profundidad y rapidez de éstos en los últimos tiempos. Más tarde, el profesor encuentra a su hijo pequeño sentado en el dormitorio, con un libro abierto; el orgullo y la satisfacción que sintió hicieron que una sonrisa se dibujara en su rostro. Se permitió observarlo, y notó cómo el niño colocaba su dedo índice una y otra vez sobre la página abierta y lo deslizaba hacia la derecha, movimiento que rápidamente lo asocio al que hacemos los usuarios de aparatos digitales. Últimamente también hemos visto videos de niños pequeños que se acercan a diferentes objetos, y luego de pulsarlos se refriegan las manos cual si el objeto en cuestión -una estatua, una canilla, una maceta, etc.- fuese un dispensador de alcohol en gel. El niño relaciona conductas rápidamente y repite la acción instintivamente, es literal y asocia velozmente lo que ve y lo repite.

Cuando hablamos sobre desarrollo y adquisición de destrezas, lo hacemos desde la implementación de rutinas que generan una formación real, elocuente y duradera, donde el aprendizaje consciente estimula la exploración y su deseo de conocer y desarrollar sus habilidades mentales. La implementación de rutinas en forma sistemática dentro de un proyecto es un gran camino para la adquisición de habilidades y competencias básicas para la vida personal y social del alumno. No sólo se lo ayuda en la propia obtención de nuevos conocimientos, sino que se lo involucra en su proceso personal de aprendizaje.

El ballet y su majestuosidad frente al ajedrez y su abstracción

Pensemos rápidamente en estas 2 actividades; ambas son parte de expresiones artísticas reconocidas, una por su gracia y belleza estilística y la otra por la admiración que genera esa capacidad de concentración y destreza al mismo tiempo. En ambos casos, hay una variada y extensa biografía y filmografía sobre su historia, la pasión que despierta y la dedicación que requiere; por eso a nadie se le ocurriría que al comenzar a desarrollar cualquiera de estas actividades se pueda lograr rápidamente un gran dominio o un destaque importante. El ballet y el ajedrez son un claro ejemplo de la dedicación, el estudio y el entrenamiento que se requieren para dominar una disciplina y embellecer su realización, y el aprendizaje y repetición de rutinas es su común denominador. Esa práctica constante, esa repetición del movimiento para lograr su mejor expresión – eso mismo es la rutina del entrenamiento, y esa rutina es la que permite entrenar la destreza. La práctica constante con rutinas predeterminadas en apariencias previsibles, es sin embargo la que nos conduce a desarrollar habilidades y destrezas fuera de la costumbre; esto aplica al desarrollo cognitivo pero claramente también a casi todas las actividades que se practiquen.

La pandemia y el cansancio de las clases por plataformas virtuales: no hay alternativas?

Al trabajar en rutinas y destrezas, hablamos de un modo de procesar el aprendizaje que busca la sistematización y apela al desarrollo de habilidades, que desde lo individual o lo grupal permiten generar, iniciar y gestionar las ideas que aportan métodos para elaborar soluciones a los diversos problemas que se puedan enfrentar. El año 2020 generó un profundo desgaste con las modalidades online; tantas horas en línea son muy difíciles de soportar, y queda en evidencia que en 2021 y los años venideros nada será igual, y si bien lo virtual convivirá con lo presencial hay que buscar formas de diversificación que permitan un involucramiento profundo de los alumnos. La implementación de estrategias breves y fáciles de aprender, junto al uso de las nuevas tecnologías, son herramientas esenciales e imprescindibles para el portafolio de cada docente. El hablar más o mejor ya no marca la diferencia; hoy el buen docente es aquel que sabe organizar su aula para que quienes hablen sean sus alumnos. La planificación cobra mayor relevancia y el involucramiento de los alumnos en la educación que reciben y su contenido, es una gran herramienta para encender esas pantallas que quedaron en negro durante 2020.

Se puede: un proyecto por rutinas puede generar alumnos con autonomía y eficacia, y son cuestiones que permanecerán a lo largo de todas sus vidas.

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